No ha habido otra época como la de los ochenta; las estaciones nunca fueron grises, ni marrones, fueron luminosas y coloridas, ya fuera otoño o primavera, la inundación del color era continua, no se apagaba la luz... la melancolía del otoño era más llevadera y el frío del invierno era menos frío y parecía tener un eco dorado. Quizás fuese magia o tal vez fuera el deseo de que la primavera se prolongara, pero los ochenta fueron años esplendorosos, donde todo y todos tenían cabida, igual que todos los colores, pues al final todo terminó brillando. Época de cambios, movidas, nuevas experiencias, aprender que todo cabe, que todo tiene un lugar, que las viejas teorías conviven con las nuevas, que vivíamos en un mundo de constante cambio, que debíamos asimilar lo anterior y lo nuevo... hubo quien se perdió en el camino... algunas cosas no se hicieron bien... en fin, hubo de todo, éxitos y fracasos, pero creo que fue una época que supuso la práctica de la palabra "tolerancia".
Los peinados también fueron muy marcados con volúmenes, cabellos cardados, flequillos, tupés, y, como no, tonos atrevidos. La cantante, Madonna, fue el personaje que marcó más tendencia en la moda de la década.
De hecho, salía día sí día también en todas las portadas, ya fuera por sus canciones, ya fuera por su look, ya fuera por sus declaraciones... el caso es que se hablaba mucho de ella.
Madonna Louis Veronica Ciccione nació en Michigan, Estados Unidos, un 16 de agosto de 1958, luego es Leo. Sus primeros pasos fueron como batería del grupo "Hard rock Breakfast Club" en 1980, pero las diferencias con sus componentes hizo que cada uno fuera por su lado, - ya que ella prefería la tendencia "dance", muy conectada con la música del momento, el "funky"; así que Madonna y Stephen Bray, - antiguo componente del grupo- se lanzaron a promocionar su trabajo por las discotecas: "Everybody", "Burning up" y "Ain't not big deal". En Sire Records logró grabar un LP completo llamado "Madonna"... todo un éxito; entre los temas que incluía "Holiday, Borderline, Physical Attraction y "Lucky Star" que consiguió muy buenas críticas por parte del mundo de la música y de las listas musicales de todos los países.
Pero sigamos... porque no era sólo el oído lo que nos deleitó esta americana, sino que también los ojos; ya que sus puestas en escena iban a ser decisivas para alcanzar la fama y engancharnos a todos; irremediablemente, las imágenes cobrarían gran importancia en los ochenta a través de los vídeos musicales, algo que os iré mostrando y comentando.
Su look, entre neo-romántica y punk se coló en las retinas de las chicas de los 80, para el cual utilizaba guantes y tops de encaje, faldas encima de los pantalones, medias de rejilla y joyería como brazaletes, crucifijos...
Su segundo álbum en 1984 fue "Like a virgin", cuya presentación en los premios de la MTV fue toda una provocación contra las buenas formas..., ya que con un vestido de novia se le ocurrió nada menos que tumbarse en el suelo y moverse sensualmente; su segunda actuación, también quedaría para la posteridad como un icono: vestida como Marilyn Monroe interpretó "Material Girl". Fue durante esa época que conocería a su primer marido, Sean Penn, con el que estuvo casada desde 1985 a 1989.
Su look, entre neo-romántica y punk se coló en las retinas de las chicas de los 80, para el cual utilizaba guantes y tops de encaje, faldas encima de los pantalones, medias de rejilla y joyería como brazaletes, crucifijos...
Su segundo álbum en 1984 fue "Like a virgin", cuya presentación en los premios de la MTV fue toda una provocación contra las buenas formas..., ya que con un vestido de novia se le ocurrió nada menos que tumbarse en el suelo y moverse sensualmente; su segunda actuación, también quedaría para la posteridad como un icono: vestida como Marilyn Monroe interpretó "Material Girl". Fue durante esa época que conocería a su primer marido, Sean Penn, con el que estuvo casada desde 1985 a 1989.
En 1986 lanzó su tercer trabajo: "True blue". De este LP se destacaron cinco temas: "Live to tell", "Papa, Don´t preach", "Open your heart", "True blue" y "La isla bonita".
Ese mismo año protagonizó una película que no recibió buenas críticas: "Shangai Surprise"; y al año siguiente, también le ocurrió lo mismo a la segunda película que protagonizó: "Who's that girl?", aunque la canción sí que obtuvo mejor aceptación entre el público.
En 1989 lanzaría "Like a prayer", cuyo vídeo rodeado de símbolos religiosos como crucifijos, estigmas y santos obtuvo la condena correspondiente del Vaticano y contribuyó al escándalo, pese al cual se convirtió en número uno. De este mismo álbum destacaron más temas como: "Cherish" y "Express yourself"...
Al final de la década de los 80, Madonna había vendido más de 75 millones de discos en todo el mundo. Todo un récord en el mundo de la canción, que no acabaría ahí, sino que seguiría y sigue siendo la rubia explosiva que se reinventa cada vez que lanza un nuevo álbum para su público, incombustible, imparable, exitosa... fruto de los ochenta.